Hola si, mi nombre es Nicolas, tengo 20 años, un blog re lindo y una vida nueva
Me gusta: leer, el invierno, los fiambres, el DotA, el arte destructivo del fuego descontrolado, la tecla "Bloq Mayús", hablar de caca, los videojuegos, el manga/anime, la lluvia, el reloj de mi papa, mi mp4, mis amigos, mis libros, que haya migas de algo en la mesa de mi pc, los piercings, las zapatillas vans, la musica nipona, la musica pesada, la musica hardcore, la musica electronica, la musica, me gusta tocar la bateria, mi septum, me gusta YouTube, Google, Facebook y Blogspot, me gusta tomar agua, escupir agua, absorber agua por los poros, transpirar agua, mi gato, mi mousepad, mis perfumes, mi ex colegio y un par de cosas mas.
No me gusta: los falsos, los posers, los chorros, los novios de mis mejores amigas, esos 10 minutos antes de salir del colegio, perder la tapita de mi pendrive, olvidarme la botella de agua en mi casa, que la tecla "N" de mi teclado ande mal, los Padrinos Mágicos, algunos componentes de mi familia, la acumulacion de gente, la gente, que internet ande lento, o que no ande del todo, el verano-primavera-otoño, el calor extremo, las fanáticas de Crepusculo, las fanáticas de los Jonas Brothers, las fanáticas de Disney Channel, etc etc etc.
Hora y fecha: 16:07 p.m 20/02/2011 Humor: Triste porque se me pincho la bici. Musica: Arctic Monkeys - Still Take You Home
Ok, paso a contarte otra de las cosas que me pasaron últimamente.
Valga la redundancia, lo que sigue es algo totalmente externo a mi, muy poco personal, y no comparto nada de lo sucedido con la otra parte. Copyright (c) Diario de Viaje, por Nicolás Torquati. Todos los derechos reservados.
Parece ser que cuando uno pasa a estar soltero, después de una prolongada relación, se activan ciertas feromonas en el cuerpo que atraen otro tipo de gente que el que a mi me gustaría que sea. Es decir, uno está solo, libre, sin acompañar. Y que pensas?
MINITAS!! MINNNNIIIITAS!!
Claro, pero resulta que no es así. Bah, es 50% si y 50% no. En mi caso, sería un 80% no. Porqué un 80?
Porque 80 es la edad del viejo que se me declaró.
Si, señoras y señores. Recibí la confesión de amor de un anciano de mi mismo sexo.
La historia viene así: Yo, hace unas semanas, estaba todos los días a la mañana en la vereda de mi casa, pintando unas persianas de garage. Y cada tanto pasaba este viejo. La primera vez, paró para pedirme fuego. No se lo dí, porque no tenía. Entonces el viejo se quedó hablándome. Charlábamos de cualquier cosa. No va al caso.
La cuestión es que yo no lo conocía, pero pensé que tal vez el conocía a alguien de mi familia. De esto mas adelante me doy cuenta que no es verdad. Charlamos un rato, y se va.
Al día siguiente, pasa de nuevo. Y este encuentro fue mas terrorífico que el del día anterior. Me pide fuego, se lo doy. Me pregunta con quién vivo, y donde, cuantos años tego y varias cosas más. Lo terrorífico estaba en que el viejo se me acercaba de a pasos cuando me hablaba.
Con la excusa que tenía que seguir pintando, lo despido amablemente. Se queda mirándome mientras trabajo, pero yo no le daba bola, ya que estaba escuchando música mientras pintaba. Después de unos minutos, se va.
Situaciones como estas se repiten en varias ocasiones.
Unos días mas tarde, pasó lo que temía a medias.
El viejo estaba en el kiosko de al frente de mi casa. Yo estaba afuera, casi en cueros, fumando un cigarrillo antes de empezar. Me vé, pero no se dió cuenta que yo lo vi. Entonces, se hace el boludo, cruza hasta la esquina, para pasar por mi casa. Cuando lo veo acercarse, saco el encendedor y se lo ofrezco (ya se había hecho costumbre). Y entonces comienza la conversación:
-Hola querido. - me dice con una sonrisa horrible en su rostro.
-¿Que tal señor? ¿Como le va? - siempre respetuoso, haciendo caso omiso de su expresión.
-Bien bien, ¿y vos? ¿Estás pintando?
-Si, ahora en un rato empiezo.
-Ah, mira vos. Vos sabés que anoche tuve un sueño hermoso.
-¿Ah si? -Si, soñé con vos.
AHHH NO NO NO! Te juro que no lo podía creer. Me quedé callado.
-Si, un sueño muy lindo -prosigue.
-Si, los sueños son lindos -le digo. -Está bueno, podés hacer lo que quieras.
-Si, un sueño muy lindo -repite. -pero no te lo voy a contar.
-Respeto eso, los sueños son muy personales, pero ¿por qué?
-Porque si te lo cuento te vas a enojar.
-Ah, ja. Ja. Ja.
Y la conversación se desvía a temas cotidianos de parla, como el clima o el fútbol.
Pero en un momento, el viejo arranca de nuevo:
-Si, un sueño muy lindo. Soñé que estaba en el medio del campo. Y llovía como la puta madre.
-¿Llovía mucho?
-Si, como la puta madre. Y a lo lejos, en el camino, veo una silueta caminando hacia mi.
(Se acerca medio paso hacia mí)
-Aja.
-Si, era un chico con una moto. Cuando se acerca lo suficiente, veo que eras vos.
- :O
-Y cuando estás al lado mío te digo: "¿Que hacés acá, abajo de la lluvia, con esta moto?" Entonces, vos me decís que recién te la compraste, pero te la dieron sin nafta. Entonces, como no tenes nafta, no podés andar.
-Y si, sin nafta no andan las motos -le digo, como para decir algo.
-Claro, entonces yo te digo "Veni, entra a mi casa, ponete al reparo"
(Se acerca otro medio paso)
(Me alejo un poco)
-Y entramos a mi casa, y te digo que esperes, que te traigo una toalla.
-Que considerado.
-Y cuando te traigo la toalla, vos estabas todo desnudito. Mas o menos como estás ahora, pero completamente desnudito.
Y yo aca pensé: Ese "denudito" me sonó muy tierno.
-Aja
-Si, y de repente...
(Se acerca un milimetro a mí)
-¿Que paso? -Nos empezamos a besar.
-¡AAAAH! ¡Mira vos!
-Si, un sueño muy lindo.
-Un sueño medio loco, mejor.
-Si.
(Se acerca un poco más)
-Yo sabía que te ibas a enojar si te contaba. -me dice, decepcionado pobre.
-No, mire. Yo no me enojo. Los sueños no se controlan. La que seguro que se enoja si se entera es mi novia.
(Retrocede como tres metros)
-Si, un sueño muy lindo.
(Avanza un poco de nuevo.
Hasta acá, todo venía bárbaro. Yo tenía una mano en el bolsillo, agarrando fuerte el encendedor para golpearlo, porque aunque parezca raro, no sabía si me quería levantar o robar el viejo. Con todo lo que había estado averiguando, no se sabe.
Pero se supo. Justo después de acercarse.
-¿De verdad? -le pregunto.
-Si, me gustaría que sea realidad.
-...
Y acá me saca una radiografía con los ojos el loco. Me comió con la mirada. No sabía donde meterme.
-Mire señor, sinceramente, y con todo respeto, a mi no me gustaría que sea realidad.
Y ahi le corté todo el mambo.
Pobre, dice dos o tres cosas más que no le entendí, y se despide.
Dias mas tarde, pasa por casa de nuevo. Pero esta vez, saluda y se va de una. Tenía un cigarrillo sin prender en la mano.
Cuando le conté esto a mi gente, se me cagaban de risa. Mi tía me dijo que estuve bien en tratarlo con respeto. Porque no sabés como puede llegar a reaccioar el tipo. Capaz que en una de esas me cruza una noche, me pone un chumbo en el cuello y me obliga a que me lo culee. Y todo porque lo traté mal. Ni loco.
Ah, por cierto. El viejo se llama Daniel. Ya se donde vive. Los chicos quieren llenarle la casa de huevos.
Hora y fecha: 16:07 p.m 20/02/2011 Humor: Triste porque se me pincho la bici. Musica: Arctic Monkeys - Still Take You Home
Ok, paso a contarte otra de las cosas que me pasaron últimamente.
Valga la redundancia, lo que sigue es algo totalmente externo a mi, muy poco personal, y no comparto nada de lo sucedido con la otra parte. Copyright (c) Diario de Viaje, por Nicolás Torquati. Todos los derechos reservados.
Parece ser que cuando uno pasa a estar soltero, después de una prolongada relación, se activan ciertas feromonas en el cuerpo que atraen otro tipo de gente que el que a mi me gustaría que sea. Es decir, uno está solo, libre, sin acompañar. Y que pensas?
MINITAS!! MINNNNIIIITAS!!
Claro, pero resulta que no es así. Bah, es 50% si y 50% no. En mi caso, sería un 80% no. Porqué un 80?
Porque 80 es la edad del viejo que se me declaró.
Si, señoras y señores. Recibí la confesión de amor de un anciano de mi mismo sexo.
La historia viene así: Yo, hace unas semanas, estaba todos los días a la mañana en la vereda de mi casa, pintando unas persianas de garage. Y cada tanto pasaba este viejo. La primera vez, paró para pedirme fuego. No se lo dí, porque no tenía. Entonces el viejo se quedó hablándome. Charlábamos de cualquier cosa. No va al caso.
La cuestión es que yo no lo conocía, pero pensé que tal vez el conocía a alguien de mi familia. De esto mas adelante me doy cuenta que no es verdad. Charlamos un rato, y se va.
Al día siguiente, pasa de nuevo. Y este encuentro fue mas terrorífico que el del día anterior. Me pide fuego, se lo doy. Me pregunta con quién vivo, y donde, cuantos años tego y varias cosas más. Lo terrorífico estaba en que el viejo se me acercaba de a pasos cuando me hablaba.
Con la excusa que tenía que seguir pintando, lo despido amablemente. Se queda mirándome mientras trabajo, pero yo no le daba bola, ya que estaba escuchando música mientras pintaba. Después de unos minutos, se va.
Situaciones como estas se repiten en varias ocasiones.
Unos días mas tarde, pasó lo que temía a medias.
El viejo estaba en el kiosko de al frente de mi casa. Yo estaba afuera, casi en cueros, fumando un cigarrillo antes de empezar. Me vé, pero no se dió cuenta que yo lo vi. Entonces, se hace el boludo, cruza hasta la esquina, para pasar por mi casa. Cuando lo veo acercarse, saco el encendedor y se lo ofrezco (ya se había hecho costumbre). Y entonces comienza la conversación:
-Hola querido. - me dice con una sonrisa horrible en su rostro.
-¿Que tal señor? ¿Como le va? - siempre respetuoso, haciendo caso omiso de su expresión.
-Bien bien, ¿y vos? ¿Estás pintando?
-Si, ahora en un rato empiezo.
-Ah, mira vos. Vos sabés que anoche tuve un sueño hermoso.
-¿Ah si? -Si, soñé con vos.
AHHH NO NO NO! Te juro que no lo podía creer. Me quedé callado.
-Si, un sueño muy lindo -prosigue.
-Si, los sueños son lindos -le digo. -Está bueno, podés hacer lo que quieras.
-Si, un sueño muy lindo -repite. -pero no te lo voy a contar.
-Respeto eso, los sueños son muy personales, pero ¿por qué?
-Porque si te lo cuento te vas a enojar.
-Ah, ja. Ja. Ja.
Y la conversación se desvía a temas cotidianos de parla, como el clima o el fútbol.
Pero en un momento, el viejo arranca de nuevo:
-Si, un sueño muy lindo. Soñé que estaba en el medio del campo. Y llovía como la puta madre.
-¿Llovía mucho?
-Si, como la puta madre. Y a lo lejos, en el camino, veo una silueta caminando hacia mi.
(Se acerca medio paso hacia mí)
-Aja.
-Si, era un chico con una moto. Cuando se acerca lo suficiente, veo que eras vos.
- :O
-Y cuando estás al lado mío te digo: "¿Que hacés acá, abajo de la lluvia, con esta moto?" Entonces, vos me decís que recién te la compraste, pero te la dieron sin nafta. Entonces, como no tenes nafta, no podés andar.
-Y si, sin nafta no andan las motos -le digo, como para decir algo.
-Claro, entonces yo te digo "Veni, entra a mi casa, ponete al reparo"
(Se acerca otro medio paso)
(Me alejo un poco)
-Y entramos a mi casa, y te digo que esperes, que te traigo una toalla.
-Que considerado.
-Y cuando te traigo la toalla, vos estabas todo desnudito. Mas o menos como estás ahora, pero completamente desnudito.
Y yo aca pensé: Ese "denudito" me sonó muy tierno.
-Aja
-Si, y de repente...
(Se acerca un milimetro a mí)
-¿Que paso? -Nos empezamos a besar.
-¡AAAAH! ¡Mira vos!
-Si, un sueño muy lindo.
-Un sueño medio loco, mejor.
-Si.
(Se acerca un poco más)
-Yo sabía que te ibas a enojar si te contaba. -me dice, decepcionado pobre.
-No, mire. Yo no me enojo. Los sueños no se controlan. La que seguro que se enoja si se entera es mi novia.
(Retrocede como tres metros)
-Si, un sueño muy lindo.
(Avanza un poco de nuevo.
Hasta acá, todo venía bárbaro. Yo tenía una mano en el bolsillo, agarrando fuerte el encendedor para golpearlo, porque aunque parezca raro, no sabía si me quería levantar o robar el viejo. Con todo lo que había estado averiguando, no se sabe.
Pero se supo. Justo después de acercarse.
-¿De verdad? -le pregunto.
-Si, me gustaría que sea realidad.
-...
Y acá me saca una radiografía con los ojos el loco. Me comió con la mirada. No sabía donde meterme.
-Mire señor, sinceramente, y con todo respeto, a mi no me gustaría que sea realidad.
Y ahi le corté todo el mambo.
Pobre, dice dos o tres cosas más que no le entendí, y se despide.
Dias mas tarde, pasa por casa de nuevo. Pero esta vez, saluda y se va de una. Tenía un cigarrillo sin prender en la mano.
Cuando le conté esto a mi gente, se me cagaban de risa. Mi tía me dijo que estuve bien en tratarlo con respeto. Porque no sabés como puede llegar a reaccioar el tipo. Capaz que en una de esas me cruza una noche, me pone un chumbo en el cuello y me obliga a que me lo culee. Y todo porque lo traté mal. Ni loco.
Ah, por cierto. El viejo se llama Daniel. Ya se donde vive. Los chicos quieren llenarle la casa de huevos.
1.107 palabras.
Una simple biografía de mi mismo
Descripción General
NICOLAS
Tengo 20 años, pelo oscuro, ojos celestes, mido 1,80, tengo un septum de 2mm (regalo de mi ex), y me gusta usar las zapatillas BIEN CROTAS. Uso una bandana colgada del cinturón, me jode demasiado la asimetría, odio el acumulamiento de gente, me encantan los piercings y los tatuajes, canto en la ducha (cuando no hay nadie en casa), hago que toco la batería con los palillos mientras escucho música (cuando no hay nadie en casa), me gusta el hardcore, el grindcore, el punk-ska, el rap, el J-rock, el J-Punk hardcore, y un par de cosas mas de mi anterior vida.
